jueves, 9 de diciembre de 2010

Nada me puede parar.


Como si de mi jodida sombra se tratase, me persigue y persigue aunque este inmovil.
Hace eco por todas las habitaciones de la casa y se escapa por la lavadora.
Llevo cuatro dias de cama en cama y de sofa en sofa. Siempre detras.
No me la puedo quitar de la cabeza.
Ahora mismo me acerco al hospital, esto no puede seguir asi, nada me puede parar.

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